Entre sombras y sueños: una ruta de cine por los cementerios

Este no es el típico recorrido turístico; más bien es una ruta alternativa para aquellos que buscan historias diferentes y que quieren encontrar el alma de los pueblos más emblemáticos de nuestra tierra. Bienvenido a la ruta de los cementerios más singulares de estas comarcas, dibujada desde el ojo de la cámara.

 Empezamos nuestra odisea en el Pirineo de Girona, específicamente en el cementerio de Setcases. Rodeado de montañas majestuosas, este lugar parece sacado de una película de aventuras, donde cada lápida y nicho podría esconder el secreto de un antiguo tesoro perdido. Imagina un personaje como Indiana Jones, pero en lugar de buscar el arca perdida, tienes que descifrar las historias de los antiguos habitantes de esta tierra.

Seguimos nuestra ruta y en medio de la calma que envuelve Olot, se erige un espacio donde el silencio habla: su cementerio. Este rincón, escondido entre los velos de la natura y la historia, es una oda al arte y al recuerdo. No es solo un lugar de descanso eterno, sino una galería a cielo abierto donde cada escultura, cada mausoleo, explica una historia tallada en piedra. Artísticamente, este cementerio es un tesoro oculto. Sus lápidas son pinceles que dibujan emociones, sus pasillos, galerías de una exposición inmóvil donde el modernismo y el neoclásico se dan la mano.

Bajando hacia la Costa Brava, nos encontramos la bonita villa de Cadaqués, donde su cementerio marítimo nos ofrece una vista digna del plano final de una película romántica, con el mar Mediterráneo, también llamado “mar de los sentidos”, de fondo. Es la localización perfecta para rodar una escena donde los protagonistas contemplan el futuro, aunque sean personajes de piedra y metal. Aquí, cada monumento y cada escultura tiene una narrativa propia, como si fueran actores esperando su turno para entrar en escena. En uno de sus mágicos pasillos, encontrarás la escultura de Josep Llimona, uno de los maestros del modernismo catalán.

Si nos dirigimos hacia el interior, encontramos otro jardín de piedra emblemático: el cementerio de Figueres. Cerca del universo de Dalí, esta ciudad de descanso bien podría ser el escenario de una película surrealista, donde el guion lo escriben los muertos mientras sueñan, y las esculturas mientras te hablan al oído. Aquí Luis Buñuel es el guía. Pasear es convertirte en el protagonista, explorando un mundo donde el arte y la muerte se dan la mano en una danza eterna. Y si te gustan las emociones fuertes, no sufras porque en este cementerio también se ofrece una ruta nocturna para celebrar como Dios manda el Día de Todos los Santos.

Continuamos en el interior y llegamos a Girona, donde su antiguo cementerio es un fabuloso espacio natural con tumbas que datan de varios siglos. Un libro abierto a la historia de Girona que ofrece una perspectiva única sobre los cambios sociales y culturales de la región. Quizás no encontraremos zombis como en el videoclip de «Thriller» de Michael Jackson, pero cada esquina, cada sombra, esconde secretos antiguos o anécdotas de amores perdidos y encontrados. Un verdadero festín para cualquier amante del terror clásico y una localización ideal para filmar historias. Si te fijes bien, verás que el friso de la entrada y la fachada en general son obra de Rafael Masó, el arquitecto gerundense que ha creado obras novecentismo como La Farinera Teixidor de Girona, uno de los edificios más emblemáticos de la capital.

Para acabar esta ruta y siguiendo la costa, llegamos a Lloret de Mar. Su cementerio modernista es un plató de rodaje ideal para una película de época, con detalles arquitectónicos que te transportan a otro tiempo. Caminando entre los panteones, puedes casi escuchar la banda sonora de tu propia versión de «El Gran Gatsby», con un giro catalán, donde la fiesta nunca se acaba, aunque sus invitados ya hayan hecho su último baile. Este cementerio desprende tanta belleza que forma parte de la Ruta Europea de Cementerios y del Association of Significant Cemetries in Europe (ASCE).

Con todo, este recorrido por los cementerios más singulares y cinematográficos de la Costa Brava y el Pirineo de Girona no es solo un viaje a través de paisajes e historias. Es una ruta dibujada para los fans del cine, donde cada cementerio se transforma en un plató, cada tumba en una historia y cada escultura en un actor.

Del mismo modo, los panteones, esculturas y tumbas, ofrecen en cada cementerio una ventana a un pasado rico y complejo, recordándonos la importancia de honrar a aquellos que nos han precedido. Te invitamos a explorar los rincones menos conocidos de esta tierra, descubriendo las joyas ocultas que esconden y las historias que nos esperan entre sus muros silenciosos.

Adéntrate en estos espacios sagrados y empieza a redactar el guion de tu propia experiencia. ¿Estás preparado? Tres, dos, uno… ¡¡¡acción!!!