Continuamos el Camino del Norte conectando Arbúcies con Osor, en una etapa muy forestal que nos descubrirá el corazón de las Guilleries. La bonita aldea de Joanet, enclavada en la falda de la montaña y con muy buenas vistas de Les Agudes, nos sorprenderá y disfrutaremos de la calma que se respira. Pasaremos cerca de Sant Hilari Sacalm, capital de la comarca, famoso por sus aguas minerales. Aparte de andar por tierras míticas del bandolerismo catalán, donde durante el siglo XVII la banda de Joan Sala (alias Serrallonga) hizo de las suyas, a medida que nos adentramos descubrimos leyendas menos conocidas como la de Sant Miquel Arcàngel o la de la Fuente de la Minyona, que refleja hasta qué punto la superstición ha marcado a los habitantes de este territorio boscoso. Pasado el collado de Llevanyes y cerca del monte de Sant Miquel Solterra (o de les Formigues) nos sumergiremos en las sombrías profundidades del hoyo de la Noguerola. Al fondo del valle nos espera el encantador pueblecito de Osor, con su arroyo y su bonito puente medieval.