
Fijar la atención en los detalles es un regalo para los sentidos. La brisa del mar… sus sonidos… las diferentes intensidades del azul, del verde… los aromas del romero, el tomillo, los pinos… y por supuesto, la belleza del Silencio. Caminar lentamente, con una sesión de mindfulness para sumergirse profundamente en el paisaje, es toda una revolución para nuestra salud y nuestro bienestar.
Esta experiencia se puede realizar en lugares naturales que se deseen, pero propongo Punta Falconera, dentro del Parque Natural del Cap de Creus, en Roses. Un lugar muy especial y saludable, donde podrás disfrutar de estos momentos de calma y paz tan necesarios.