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Periodista y locutora. Especializada en accesibilidad audiovisual y cultural.
Los museos nos explican quiénes somos y de dónde venimos, e incluso nos pueden ayudar a entender hacia dónde vamos. Son espacios que recogen nuestra memoria colectiva y que nos definen. Espacios donde todo el mundo, sea cual sea su condición o capacidad, es bienvenido.
Podéis descubrir los museos gerundenses en la Xarxa Territorial de Museus de les comarques de Girona. Este organismo ha desarrollado MUSA, una herramienta de diagnóstico que identifica barreras. La aplicación también es una guía de pautas y recomendaciones para mejorar la accesibilidad física, sensorial y cognitiva de los equipamientos.
Y para animaros a redescubrir la riqueza patrimonial de la Costa Brava y el Pirineo de Girona, hoy destacamos tres museos de las comarcas gerundenses con varios recursos que rompen barreras.
En el histórico edificio del Hospicio de Olot, el Museo de la Garrotxa hace un recorrido por la historia artística, cultural, social, industrial y artesana de la comarca. Desde la Escuela de Dibujo de Olot del siglo XVIII hasta la Escuela Superior del Paisaje de la Segunda República, presenta obras de Vayreda, Berga i Boix, Miquel Blay, Josep Clarà o Leonci Quera. El museo expone la famosa pintura La Càrrega (la carga) del pintor Ramon Casas, que cuenta con una audiodescripción en varios idiomas y el contenido está transcrito en texto para personas con sordera o baja audición.
En el Museo de la Garrotxa, una mujer contempla el cuadro de grandes dimensiones La Càrrega (la carga). A la derecha, un guardia civil a caballo atropella un manifestante. A la izquierda y al fondo, una multitud sale despavorida. Imagen de Marina Geli i Pilar Planagumà.
Algunos elementos de la colección se pueden tocar y las actividades que se organizan se ofrecen con interpretación en lengua de signos. Cabe destacar también que el museo dispone de cascos de protección auditiva para personas con alta sensibilidad y de juguetes antiestrés para niños con trastorno del espectro autista.
Parada obligada es el Museo de Arte de Girona, ubicado en el Antiguo Palacio Episcopal. Cerca de 14.000 obras catalogadas lo convierten en uno de los fondos más numerosos y ricos de Catalunya. Se puede contemplar el arte gerundense a través de épocas y estilos: del románico al novecentismo. También hay salas monográficas dedicadas a la cerámica, el vidrio y el arte propio de la liturgia católica. Algunas salas ofrecen un recorrido táctil y también hay una mesa de experimentación tiflológica sobre la escultura romana en piedra. Además, la audioguía del museo se ha adaptado a una guía en lectura fácil en catalán.
El Museo Etnográfico de Ripoll documenta, estudia, difunde y conserva el patrimonio etnológico material e inmaterial del Ripollès y del Pirineo de Girona. Expone la identidad de los habitantes de este territorio y su manera de ser y de vivir. Y para acercar este patrimonio a tantas personas como sea posible, ofrece visitas adaptadas a personas con discapacidad cognitiva.
En una visita guiada al Museo Etnográfico de Ripoll, una guía se ayuda de un dosier con elementos visuales para hacer más comprensible el contenido. Imagen de Diego Espada.
El museo también cuenta con una audioguía que, en un tono fresco y ameno, acompaña al visitante durante el recorrido. El mismo contenido está adaptado en una signoguía que incluye vídeos con subtítulos en catalán e interpretados en lengua de signos catalana.
Donde el Empordà se convierte en el epicentro del enoturismo en la Costa Brava
