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Nuevas ubicaciones, temas y géneros específicos y formatos alternativos, así son los festivales de pequeño formato que se van abriendo paso en las comarcas gerundenses.
Son numerosas las iniciativas en torno a la música que se presentan en pequeño formato y que van ganando protagonismo en el panorama musical gerundense. Han llegado para quedarse y complementar la oferta existente de grandes festivales. Aquí te presentamos algunos.
Empezando por el norte, nos acercamos a la población de Cadaqués, en el Alt Empordà, para descubrir el Festival Indrets, celebrado durante los meses de verano. Se trata de una iniciativa muy novedosa que pretende diversificar la oferta de espacios del municipio con propuestas musicales de calidad, siempre con una mirada a la cultura y la lengua locales. La danza y el movimiento son los protagonistas del Figueres es Mou, un festival que tiene lugar en la capital ampurdanesa la primera semana de julio y donde compañías nacionales e internacionales inundan el espacio público con espectáculos sorprendentes e innovadores.
El Baix Empordà también se ha apuntado a los nuevos formatos. La Bisbal d’Empordà acoge el Festival Internacional del Terracotta Museu todos los miércoles del mes de julio, con una programación de bandas emergentes catalanas. Con la cobla como base (una formación instrumental tradicional) pero con propuestas rompedoras y atractivas, nos encontramos el Festival Amb So de Cobla durante el mes de agosto en Palamós. Igual de sorprendidos podemos quedarnos paseando por las calles de Sant Feliu de Guíxols cuando tiene lugar el ciclo de conciertos Música als Puestus, una propuesta de bandas locales que la asociación Mascanada programa en lugares poco conocidos de la ciudad.
Uno de los festivales que se está consolidando es el Festival Càntut que se celebra en Cassà de la Selva durante el mes de noviembre. Fundado con el objetivo de promocionar el patrimonio musical de transmisión oral, acaba de recibir el Premio Nacional de Cultura. Otra propuesta innovadora en el Gironès, concretamente en Girona, son los Concerts a Cegues (conciertos a ciegas): lo único que sabes cuando compras la entrada es la ubicación —los baños árabes o el claustro de la catedral, por ejemplo—, pero el artista que actuará es totalmente sorpresa. Otra novedad de este año es el Festival Brogit que, bajo el lema Música per a tothom (música para todos), presenta un ciclo de conciertos inclusivos y solidarios en diversos equipamientos de la comarca para dar visibilidad y apoyo a la discapacidad intelectual.
Desde el año 2018, el Ripollès programa un festival similar, el Inspira. Es una fiesta inclusiva en torno a la cultura, la música y las artes escénicas. En este caso, el objetivo es mostrar las diversidades en el escenario, que es un recinto adaptado en el Pla de la Devesa de Ripoll con dos escenarios con conciertos sucesivos a lo largo de todo un día.
Uno de los nuevos formatos que se está convirtiendo en un clásico es el (a)phónica, el Festival de la Voz de Banyoles, en el Pla de l’Estany. Ya suma 18 ediciones y destaca por la programación conjunta de artistas emergentes y consagrados, que se encuentran durante el último fin de semana del mes de junio en varios puntos de la ciudad.
La Garrotxa es una de las comarcas con mayor presencia de nuevos festivales musicales. Desde la Música als Masos, que presta especial atención a la música clásica con conciertos en casas y masías de la comarca durante el mes de julio, hasta Planestiueja’t, que combina conciertos y actividades en la naturaleza para un público familiar en Les Planes d’Hostoles. Tampoco hay que olvidar el Vallviva, un festival solidario organizado en La Vall d’en Bas. Todos tienen la música como protagonista.
Entre Llívia y Puigcerdà, en la Cerdanya, se celebra el Festival de Música de la Cerdanya durante el mes de agosto, con propuestas en torno a la música clásica sinfónica, pero también con representantes del góspel y el pop. No se debe confundir con el macrofestival Cerdanya Music Festival, ni tampoco con el Festival de Música Antigua de los Pirineos.
Música, naturaleza y gastronomía es como se presenta el Isard Fest de Sant Hilari Sacalm, en la Selva, impulsado por un grupo de jóvenes del municipio y que apuesta por el talento emergente. La rumba, en cambio, protagoniza el Festival de Rumba y Música Catalana que organiza Lloret de Mar en el mes de junio desde hace seis años, ¡con un cartel de conciertos y actividades gratuitas para no parar quietos!