Diez playas que te sorprenderán

Una toalla, un libro o una buena compañía será más que suficiente para poner los pies en esta selección de playas que, por mil razones, te sorprenderán.

Playa de la Mar Menuda. Se encuentra en Tossa de Mar y también recibe el nombre de playa de la Palma. Se llega fácilmente en vehículo privado y es una playa encantadora: acogedora, tranquila, rodeada de vegetación y con rocas desprendidas de la montaña que han quedado arraigadas dentro del mar. En una de ellas, como una corona, hace unos años que crece un pino y se ha convertido en una imagen icónica.

Playa de Sa Somera. Esta bonita playa pertenece al municipio de Lloret de Mar y está al otro extremo del llamado Club Nàutic Cala Canyelles; por lo tanto, se puede acceder fácilmente. Los colores azules, verdes y marrones y el ir y venir de las olas nos animarán a quedarnos aquí tantas horas como podamos. 

Cala Es Castell. Es una suerte explicar que sigue siendo una playa ancha, virgen, de arena fina y aguas transparentes porque así lo decidió una lucha vecinal, que acabó en referéndum y que la salvó de ser duramente urbanizada en 1992.

Playa de Tamariu. A veces, lo que apetece es una playa cómoda cerca del hotel o del restaurante de la pequeña población donde nos alojamos. Tamariu cumple estas condiciones: edificios no muy altos, todos pintados de blanco y al lado de una playa agradable y acogedora.  

Playa Fonda. Seguimos el mapa hacia el norte y llegamos al extremo sur del cabo de Begur. Entre las muchas playas que hay, encontramos una con una larga escalinata que lleva hasta la playa Fonda de Begur. De aspecto salvaje, tiene más de 100 metros de largo de arena oscura y piedras donde tumbarse y gozar del entorno: montañas, rocas y pinos. Y, sin duda, el mar. 

Playa del Golfet. Esta playa es totalmente diferente, una preciosidad de aguas cristalinas y arena clara al pie de un pequeño acantilado. Solo puede accederse a ella a pie por el camino de ronda o por mar, naturalmente.

Playa de Pals e Illa Roja. Otra playa larga para dar un largo paseo por la arena, sin prisa, casi sin límite, es la de Pals. Tiene 3 kilómetros de arena fina y aguas abiertas. Caminando hacia el sur, casi escondido, está el acceso hacia un par de calas muy populares: Illa Roja, un exuberante regalo de la naturaleza que debe su nombre a la inmensa roca que preside la playa. 

Playa de Les Muscleres. Es una de las playas del municipio de L’Escala y se encuentra justo enfrente de las ruinas grecorromanas de Empúries. De fácil acceso a pie o en vehículo, el bañista se encuentra casi 500 metros de playa de arena fina, aguas limpias y claras y unas vistas magníficas del golfo de Roses y del cabo Norfeu. 

Playa de Sant Pere Pescador. Parece que no termine nunca, esta playa de dunas. De hecho, mide más de 6 kilómetros y es la más larga de la bahía de Roses: va desde la desembocadura del río Vell, en Sant Martí d’Empúries, hasta la desembocadura del río Fluvià. Hay varios puntos de acceso y es ideal para practicar deportes náuticos que aprovechan la fuerza del viento.

Playa del Cros. Un poco más al norte del núcleo de Llançà está la parte conocida con el nombre de Grifeu. Y aquí es donde, precisamente, se encuentra una de las playas más populares del municipio: la playa del Cros. Oscura, de piedras redondeadas y vistas tranquilas de la costa.

Playa de Garbet. En medio de un paisaje moldeado por la tramontana y muy cerca de la carretera nacional está esta fabulosa playa de casi medio kilómetro de largo que complace tanto a quienes buscan arena donde tumbarse como rocas en las que disfrutar de la vida submarina.