El Alt Empordà siempre se ha caracterizado por ser una tierra de paso, al estar situada en el norte de la Costa Brava, donde limita con Francia. Cuando descubras la comarca, advertirás que, sobre todo, es una tierra acogedora en la que vale la pena quedarse, ya sea durante una escapada de algunos días o por unas largas vacaciones. Motivos no te faltarán.
Para ver y vivir, encontrarás en el Alt Empordà paisajes naturales protegidos muy diversos: el Parque Natural de Els Aiguamolls de l’Empordà, el de Cap de Creus, el Paraje Natural de Interés Nacional de L’Albera y la zona de Bassegoda.
El Alt Empordà siempre se ha caracterizado por ser una tierra de paso, al estar situada en el norte de la Costa Brava, donde limita con Francia. Cuando descubras la comarca, advertirás que, sobre todo, es una tierra acogedora en la que vale la pena quedarse, ya sea durante una escapada de algunos días o por unas largas vacaciones. Motivos no te faltarán.
Para ver y vivir, encontrarás en el Alt Empordà paisajes naturales protegidos muy diversos: el Parque Natural de Els Aiguamolls de l’Empordà, el de Cap de Creus, el Paraje Natural de Interés Nacional de L’Albera y la zona de Bassegoda.
C. Nou, 48, 17600, Figueres
Para saborear, prueba la gastronomía de mar y montaña: el suquet (guiso) de pescado, la oca con nabos, los buñuelos –o brunyols– del Empordà, la butifarra dulce, las anchoas de L’Escala y, si te gusta el buen vino, uno de la denominación de origen Empordà.
Y para sorprenderte, todo el legado de un artista, figura emblemática de estas tierras –Salvador Dalí–, que encontrarás en el Teatro-Museo de Figueres y la Casa-Museo de Portlligat.