Es la playa situada en pleno centro del pueblo, con el puerto del municipio en uno de sus extremos y sa Palomera, el inicio físico de la Costa Brava, en el otro. Rodeada por el paseo marítimo y de entorno claramente urbano, la playa de Blanes dispone de fácil acceso, con un aparcamiento subterráneo en la zona. Su arena es dorada y dispone de un gran número de servicios, que la hacen especialmente atractiva para toda la familia. En este aspecto, la oferta municipal incluye el Club Infantil, un recinto cerrado con monitores especializados pensado para ofrecer actividades para los más pequeños. No es la playa más extensa del municipio, pero sus 650 metros de longitud y 30 de ancho de media ofrecen mucho espacio para los bañistas. La playa ha sido premiada con bandera azul.