Periodista y creador de contenidos. Especializado en turismo y deportes.
Diez de cada diez expertos en paddle surf aseguran que se trata de una práctica deportiva ideal para realizarla solo, con amigos o con toda la familia.
Y precisamente en esta época en la que nos encontramos ahora, con amaneceres que despuntan temprano y con atardeceres que se alargan hasta muy tarde, resulta que es un período ideal para practicar este deporte ideado hace unos años por los hawaianos. Ocio, naturaleza, mar abierto y diversión en familia. ¿Qué más se puede pedir? Es una actividad que no tiene límite de edad porque sólo es necesario saber nadar.
El paddle surf permite explorar, en calma, rincones de la Costa Brava
La teoría de esta combinación de surf y piragüismo es muy sencilla: ponerse sobre una tabla de grandes dimensiones, de pie o de rodillas, y remar, manteniendo el equilibrio y aumentando el nivel de velocidad y dificultad en función de nuestra destreza. Un plan perfecto para conocer sin ninguna prisa rincones escondidos de la Costa Brava desde otro punto de vista, como ya hace años que saben tanto en la Estación Náutica de Roses-Cap de Creus como en la Estación Náutica de l’Estartit-Illes Medes. Dos inmejorables enclaves para conocer de primera mano las bondades del paddle surf en la Costa Brava.
Una actividad para toda la familia
También podéis alquilar material y salir a disfrutar desde algunos de los campings de la Costa Brava de la Asociación de Campings de Girona. Además, sus expertos monitores os ayudarán a pasar de la teoría a la práctica, para aprender a deslizarse tanto en aguas tranquilas como sobre las olas. Y los más noveles, no temáis, que esto se coge rápido.
¿Y cuáles son los beneficios de este deporte que ha llegado con tanta fuerza a nuestro país? Pues, por ejemplo, el trabajo de la musculatura de todo el cuerpo, sin que ello suponga ningún impacto para nuestras articulaciones. Tonifica tanto las piernas como el tronco superior, reduce los niveles de estrés y mantiene los kilos a raya gracias a su elevado gasto energético. ¡Ah, y sonrisas en familia aseguradas! ¿Quién da más?