Bares de vinos y terrazas de la Costa Brava para quedarse a vivir

Un pequeño placer que nos ofrece la Costa Brava es poder disfrutar de un buen vino mirando el mar. Los aromas de los vinos del Empordà maridan con la brisa marina, creando un momento de postal. La Barbería de Palamós es un lugar ideal donde hacer estos maridajes. Se trata de un negocio familiar que apuesta por el producto de proximidad y que está situado justo ante el puerto con una impresionante decoración. Si después te apetece, haz el último baño del día, justo cuando cae el sol. Es el mejor momento.

Algo más al norte, en el pintoresco pueblo de Sant Pere Pescador encontramos el miraGe by Mas Gusó, una chispa de sensaciones para los sentidos y un espacio de culto al vino, que también tiene una coctelería y que está abierto a todas las sensibilidades y nivel de experiencia. Aquí puedes disfrutar de buena música en directo mientras pruebas tu vino preferido en una terraza idílica.

También a la orilla del mar, en Cadaqués encontramos la Enoteca MF, donde podrás comer y beber ante la playa de Es Poal, ¿hace falta decir nada más? Es un sueño hecho realidad, donde podrás probar los vinos de la bodega Martin Faixó con un atún rojo, entre otras especialidades locales.

Si eres más de tierra que de mar, tenemos una opción que te hará sentir como un personaje de cuento. El Vulpilius está ubicado en Vulpellac, uno de los pueblos medievales con más encanto de la provincia de Girona, y tiene una terraza donde podrás probar productos km0 y 100% Empordà, además de una gran selección de vinos, espumosos, destilados y cervezas artesanas. Para hacer bien la digestión, te recomendamos que des una vuelta por el casco antiguo y te dejes deslumbrar por su belleza: en 2009 fue declarado por la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat como bien cultural de interés nacional (BCIN) en la categoría de conjunto histórico.

Sin abandonar el estilo medieval, a Calonge, encontrarás el Tap Blau, un acogedor bar de vinos gastronómico ubicado en el corazón del pueblo donde podrás disfrutar de un buen vino del Empordà y maridarlo con buenos embutidos y quesos de nuestra tierra. Cuando acabes no dejes de visitar las librerías del Calonge Poble de Llibres, y descubre porque este encantador lugar es la primera booktown de Cataluña.

Las terrazas son siempre una gran opción, pero si te apetece más un buen vino en casa, solo/a o bien en compañía de los amigos, de tu pareja o de tu mascota, y escuchar una buena banda sonora porque te has pasado el día haciendo turismo o bien en la playa, siempre puedes hacer una degustación en una tienda y comprar algunos productos locales.

Así pues, si estás haciendo turismo de interior en el Baix Empordà, puedes visitar lugares como Abricoc de Fonteta (situado en el macizo de las Gavarres). Se trata de una preciosa tienda gourmet que organiza catas y que tienen una tabla de quesos para volverse loco.

Y si estás tomando el sol en la playa, no dejes de visitar Vins i Licors Grau de Palafrugell, la tienda de vinos más grande de Europa con sumilleres profesionales que te guían para que encuentres el vino que necesitas para tu velada.

Si por el contrario, estás por el norte, quizás visitando pueblos emblemáticos de nuestra tierra como por ejemplo Peralada, puedes pasarte por la agrobodega El Parral, situada en Capmany. Se trata de un “must” de la ruta del Empordà enoturístico donde también podrás disfrutar de un buen vermut en la terraza.

Y para finalizar, si no has podido organizarte para visitar ninguna bodega y te has quedado en casa, siempre puedes acercarte a un Wine Palace. Es una opción muy práctica, porque trabajan directamente con la mayoría de las bodegas y son tiendas especializadas en la venta de vinos, cervezas, destilados y productos gourmet delicatessen que te harán disfrutar en todos los sentidos. Seguro que tienes uno muy cerca de tu alojamiento, porque tienen establecimiento en 15 puntos diferentes de la Costa Brava. Bon appetit!