Periodista y creador de contenidos. Especializado en turismo y deportes.
El senderismo es una de las actividades más adecuadas para la época, con el otoño avanzado y para disfrutar de la gran oferta de rutas que existe en el Baix Empordà, una espectacular comarca para pasear con un paisaje genuino como telón de fondo.
Gracias al convencimiento de que su patrimonio natural era necesario ponerlo al alcance de todos, el Baix Empordà cuenta hoy con una red de senderismo de 370 kilómetros de caminos, que permite que cada uno prepare su propio recorrido, combinando los diferentes senderos marcados sobre territorio, los cuales están entrelazados entre sí. Obviamente no habrá que completarlos todos, pero debéis saber que la red de caminos os permitirá conocer el territorio de norte a sur y de levante a poniente, y en poco tiempo podréis pasar de las calas más solitarias a los bosques más encantadores, o de las principales villas a las aldeas más inhóspitas y tranquilas.
La villa de Pals sorprende a los visitantes por su singularidad
Aunque hoy os presentamos la comarca a pie, los amantes de la bici debéis saber que también contáis con una propuesta cicloturista de 250 kilómetros, que permite conocer la enorme diversidad de los valores patrimoniales que se esconden. La mayor parte del trayecto pasa por la llanura, pero en bici se llega rápidamente a las zonas de humedales y a las áreas costeras del valle de Aro y del corredor de Palafrugell
La cala estreta, un paraíso en la costa entre Palamós y Palafrugell
Todo el recorrido está muy segmentado y facilita, por tanto, que cada uno se prepare su propio itinerario, enlazando los diferentes caminos y carreteras balizados del territorio. Vais a ser protagonistas de un viaje hacia unas tierras que durante la edad media formaron parte del condado de Empúries, de tramos del antiguo carrilet, campos de cultivo, pueblos medievales como Pals o Peratallada, Les Gavarres y el paisaje fluvial de los ríos Ter y Daró.
Fitor, en las Gavarres, un oasis de silencio
De las múltiples opciones que ofrece la comarca, os detallamos un par para que empecéis a hacer una degustación de las sorprendentes propuestas que os esperan en el Baix Empordà.
Se trata de una ruta circular de unos 17 kilómetros, que os llevará a pasear por medio de los campos de arroz, y hasta el espacio natural de las Basses d’en Coll, disfrutando del paisaje, la fauna y la flora característicos de la zona de los humedales y de las construcciones más típicas de uso del cultivo de arroz, como la masía Gelabert y el molino de Pals.
Los aiguamolls de Pals y sus inexplicables contrastes, que hay que vivir en primera persona
Ahora, a finales de año veréis a los arroceros cómo preparan el terreno para una nueva cosecha, para después desecar los campos y esperar a la nueva primavera para inundarlos de nuevo hasta que la llanura parezca un gran espejo. La tradición arrocera sigue muy vinculada con Pals, con una gastronomía muy apreciada y platos típicos basados en el arroz y la anguila.
La gastronomia es un de los grandes atributos del territorio
Esta excursión de unos 15 kilómetros os garantiza un contraste paisajístico que sorprenderá hasta a los más escéptico. Empezaremos a andar siguiendo toda la costa de Palamós por el camino de ronda. Pasamos por encantadoras calas de agua transparente, por playas vírgenes y por pequeños núcleos de pescadores que todavía conservan un tradicional encanto. Seguiremos cruzando la llanura hasta llegar a Mont-ras, siempre entre campos de cultivo y rieras sinuosas que la surcan. Y sin darnos cuenta, nos habremos adentrado en el denso bosque de las Gavarres, hasta llegar a la antigua parroquia de Fitor, donde sólo se respira tranquilidad. De vuelta, nos espera el sorprendente castillo de Vila-romà, en una caminata de regreso a Palamós que nos pasea por la historia y los oficios tradicionales de una comarca marcada por el contraste de la costa y la montaña.
Fotos: Daniel Punsetí, Jordi Gallego, Jordi Renart, Àlex Tremps, Archivo de imágenes PTCBG