Senderismo en Roses, la bahía a vista de pájaro

Roses es testigo privilegiado de la fusión de la Costa Brava y el Pirineo de Girona, con un entorno natural idílico que podéis descubrir paso a paso, con sus múltiples propuestas de senderismo. Os destacamos tres para hacer una degustación, pero debéis saber que Roses es un vivo catálogo de rutas para todos los gustos. Y con la entrada del otoño, cuando las madrugadas se levantan frescas pero que dan paso a las agradables mañanas, estos recorridos que os sorprenderán están hechos a medida para vuestras salidas a pie por la naturaleza.

Ruta de Senderismo de la orilla del mar hasta el Puig de l’Àliga

Esta caminata circular os permitirá disfrutar de unas vistas únicas sobre la gran bahía de Roses y el Parque Natural del Cap de Creus. Tiene una duración de unas dos horas y media, para recorrer los cerca de 7 kilómetros con salida desde la urbanización de Mas Oliva, para adentrarnos enseguida en el valle de la Alzeda. Aquí encontraremos un enorme olivo, justo antes de llegar a la masía, ahora en ruinas, y por donde el camino sube de golpe flanqueando un bosque de encinas. Subir hará que enseguida tengamos una buena perspectiva del valle, hasta llegar al llano de Can Causa, otra masía medio derrumbada en un paraje imponente. Desde aquí veréis la base militar que corona el Puig del Pení (607 metros), que corresponde con el punto más elevado de los términos de Roses y Cadaqués. Aquí giraremos el sentido para subir por la cresta, donde la vegetación cambia radicalmente, castigada por la tramontana y la sequía y con mucha piedra. Y ya estamos, en la cima del Àliga (463 metros). Desde aquí podemos contemplar una ancha vista sobre la bahía de Roses en el sur y la del Port de la Selva hacia el norte. Una vez descansados, bajaremos siguiendo la cresta, y perderemos altura rápidamente hasta un collado donde sobre unos bancales muy desdibujados de antiguos viñedos crecen unos retorcidos alcornoques, y seguiremos hasta las inmediaciones de Mas Oliva, punto de regreso de esta salida a pie.
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Descubrimiento de las antiguas masías de Roses

¿Sabíais que a la sombra del castillo de Bufalaranya se esparcían un puñado de masías que estructuraban esta vertiente de la sierra de Rodes? Esta ruta carece de desniveles pronunciados, y podéis realizarla en un par de horas. Empezaremos desde el Mas Palou, hoy restaurado y convertido en un hotel-restaurante. Un pinar es el punto de salida del sendero que sube suavemente entre márgenes de piedras de color oxidado, que nos llevarán hasta la Torre del Moro. Seguiremos por una pista flanqueada por alcornocales, brezos y estepas, y desde este punto ya podréis ver las ruinas del castillo de Bufalaranya. Seguimos sendero abajo hasta una pista y la seguimos a la izquierda hasta llegar al Mas Ponac, donde años atrás se hacía miel de brezo. Aquí tomaremos la pista que va a Can Berta, una gran masía en ruinas que da nombre a la sierra que tenemos encima. Bajamos hasta atravesar el cauce de la Riera de la trencada, que seguiremos hasta otra masía, Can Pairet, donde hoy en día todavía hay rebaños de ovejas y cabras que pastan por los alrededores, y terminaremos la caminata llegando de nuevo al Mas Palou.
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Un paseo de altura hasta la umbría del Puig Alt (492 m)

Éste es un itinerario corto y agradable que nos permite conocer la dureza del paisaje del Cabo de Creus desde su parte alta. Son poco más de 5 kilómetros que recorreremos en 1hora y 45 minutos, empezando por dejar la base militar del Pení detrás, para seguir por una pista ancha en dirección a la umbría del Puig Alt, un auténtico mirador de 360 grados del Cabo Norfeu y de la Costa Brava norte. Nos encontramos en la cabecera del Valle de Montjoi, que nos hará tomar conciencia del paisaje duro, arisco y al mismo tiempo transformado de este lugar. Cuando os hayáis empapado de mar, girad para contemplar el interior del Cabo de Creus, con las sierras de Rodes y de la Verdera, y más al norte el Pirineo y el Canigó. ¡Un auténtico privilegio!

El itinerario sigue bordeando el Puig Alt y el Puig Rodó, que os recomendamos coronar para contemplar la belleza de este auténtico mirador del Alt Empordà. Iniciaremos el regreso por la fuente de Vich, ahora ya con un paisaje mucho más agrícola, con cabañas de viñedo y márgenes de piedra. Llegados aquí habremos volteado la cresta, que nos ofrecerá la visión opuesta a la bahía de Roses, con la vertiente norte del Cabo de Creus como telón de fondo. Seguiremos hacia el mas dels Arbres y regresaremos al punto de origen de la ruta, satisfechos de haber disfrutado de unas majestuosas vistas del norte y del sur del Cabo de Creus con toda su variedad cromática.
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Fotos: Turisme de Roses i Arxiu d’imatges PTCBG