Es conocida con este nombre debido a las múltiples azucenas o lirios blancos que pueden verse en esta zona litoral. Situada entre la playa de Garbet y la del Borró, es una de las pocas playas de arena fina de la zona. La poca profundidad del agua la convierte en una buena opción para acudir con niños. Está situada junto a la carretera N-260 y se puede dejar el coche en un pequeño aparcamiento que suele llenarse fácilmente y que está situado a pie de playa, así como también en el aparcamiento de la playa vecina de Garbet. Muchos usuarios llegan también en barco, que puede amarrarse en una zona balizada. La playa no es muy grande; cuenta con unos 125 metros de longitud.