En cada pueblo, villa o ciudad, la persona interesada en conocer las raíces locales se encontrará con fiestas mayores que dan la bienvenida a la primavera, pasos de Semana Santa o belenes vivientes.

Los desfiles de gigantes y cabezudos y las actuaciones de castellers hacen que los más pequeños también puedan formar parte de una fiesta que combina la danza, la música y la imaginería popular. El fuego, protagonista del Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de Blanes, es también la materia prima de correfocs como el de La Bisbal d’Empordà o el de Girona, en el que una comitiva desfila por las calles, corriendo, danzando y saltando al ritmo frenético de los tambores y la pirotecnia.

Durante la exposición floral Girona, Temps de Flors, los rincones más representativos de la ciudad se decoran con flores y se abren al público.

Festivales medievales como Terra de Trobadors, de Castelló d’Empúries, rememoran la época dorada de la provincia y las ferias de artesanía recuperan productos locales; rituales como El Peregrino, de Tossa de Mar, mantienen viva la fidelidad de un pueblo a sus antiguas promesas; las procesiones marítimas engalanan el mar, como sucede en los encuentros de vela latina de Cadaqués, y las ferias de indianos de Lloret de Mar o de Begur evocan a los emigrantes que hicieron fortuna en las Américas y que, a su regreso, trajeron consigo la moda, la arquitectura y la música de ultramar.

EEl complemento del calendario de fiestas y celebraciones de las comarcas de Girona llega con las festividades declaradas de interés nacional, que destacan por su singularidad, perdurabilidad y fuerte carga de identidad: