Se trata de una playa enorme, con más de 2.400 metros de longitud, que combina una zona urbanizada que dispone de múltiples servicios con otra prácticamente virgen, en la que destacan las dunas y los itinerarios a realizar a pie o en bicicleta. En este lugar hubo hasta hace pocos años las conocidas y altas antenas de Radio Liberty, que el gobierno norteamericano utilizó durante la guerra fría para difundir propaganda en los países comunistas del bloque de la Unión Soviética. Actualmente, sin las antenas, el espacio ha quedado preservado de la especulación urbanística y constituye un entorno natural. También queda expuesta al oleaje y su entrada al agua tiene una fuerte pendiente. El aparcamiento más cercano es de pago. La playa constituye junto con la playa del Grau (Pals) y la playa del Racó (Begur) una extensión ininterrumpida.