Si te apasiona la historia medieval, los caballeros, los castillos y el arte románico, seguro que conoces una de las joyas del Pirineo de Girona: el Ripollès.
Descubre el Ripollès, tierra de Condes y Abades
Si te apasiona la historia medieval, los caballeros, los castillos y el arte románico, seguro que conoces una de las joyas del Pirineo de Girona… ¿O quizás aún no? Si no has pisado el Ripollès, te estás perdiendo un lugar donde cada rincón respira historia. ¡Acompáñanos que te lo explicamos!
Entre Monasterios y leyendas
Para empezar este viaje en el tiempo, haz una parada en Ripoll, donde Guifré el Pelós, una figura clave en la configuración territorial de Cataluña, dejó una impronta imborrable. ¿Y qué mejor manera de conocerlo que visitando el Monasterio de Santa Maria de Ripoll? Este cenobio no es solo un edificio, es una obra de arte románica, donde cada escultura y cada relieve habla directamente del pasado. Su famosa portalada del siglo XII es la entrada a otro mundo, además de uno de los mejores ejemplos de escultura románica y candidata a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Junto con la basílica, el claustro y el centro de interpretación te permitirán disfrutar de un auténtico viaje a la cuna de Cataluña, donde los mitos y la historia se encuentran.
Y ya que estás por la zona, no te pierdas Sant Joan de les Abadesses, otro tesoro del románico que además fue el primer convento femenino de los condados catalanes. Aquí, la leyenda y la historia se mezclan con las piedras antiguas de su monasterio. El templo guarda obras tan importantes como el Santísimo Misterio, una pieza tallada en madera del siglo XIII que es una transición entre el románico y el gótico. Y si te preguntas cómo era la vida de los religiosos de la época, el Scriptorium de Ripoll te dará algunas pistas. Imagínate los clérigos copiando manuscritos y creando obras de arte: en esta exposición interactiva, podrás convertirte en un monje copista durante un rato.
Rutas de Caballeros y cuentos de Condes
Pero si lo que te apasiona son las historias de caballeros y condes, el Ripollès no te decepcionará. Visita el Museo del Conde Arnau en Gombrèn, donde descubrirás la leyenda de este personaje enigmático que aún hoy en día nos fascina. Aquí encontrarás piezas que datan de los siglos XII y XII, como por ejemplo una pieza de marfil de un juego de ajedrez. Y para una experiencia completa, no te puedes perder el Santuario de Montgrony y la iglesia de Sant Pere de Montgrony, lugares cargados de misticismo y belleza. En el entorno del santuario han proliferado multitud de leyendas, especialmente la del conde Arnau, de quien se dice que fue contratista moroso de las escaleras cortadas en la piedra que conducen al santuario.
Santuario de Montgrony. Gombrèn. Laurence Norah
Patrimonio natural y cultural
Pero el Ripollès no es solo patrimonio de piedras y monasterios. Aquí la naturaleza juega un papel principal. ¿Te imaginas recorriendo los mismos caminos que transitaron los antiguos peregrinos? Los paisajes del Ripollès son de esos que te dejan sin palabras, perfectos para conectar con la naturaleza y llenar los pulmones de aire puro.
Después de un día lleno de aventuras, nada mejor para relajarse que la gastronomía local. El Ripollès es famoso por su cocina tradicional, con platos que combinan la calidad de los productos locales con la historia y que te harán sentir como casa. No te puedes ir sin probar la butifarra, los quesos artesanales, y, claro está, los embutidos caseros. Uno de los restaurantes que puedes visitar es la Fonda Xesc en Gombrèn, una casa del siglo XVIII rodeada de un paraje inigualable.
Ahora bien, no todo es comer y andar. El Ripollès también es cultura. Durante el año, la región se llena de fiestas y ferias donde podrás conocer más de cerca su cultura y tradiciones. Y quién sabe, ¡quizás incluso mientras paseas por la zona divises la figura del Conde Arnau, de quien la leyenda explica que fue condenado a cabalgar eternamente sobre su caballo!