Nieve
Donde disfrutar del esquí es mucho más que esquiar
Donde disfrutar del esquí es mucho más que esquiar
Rozando la Costa Brava, el Pirineo de Girona, el más mediterráneo, llegado el invierno se convierte en un Pirineo nevado que enamora a los amantes del esquí de alta montaña.
Cuando la nieve pinta de blanco nuestras tierras, las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès abren el telón de una nueva temporada de esquí alpino, esquí nórdico o de montaña, raquetas de nieve y alpinismo, con cinco estaciones de esquí que son nuestros santuarios particulares del deporte invernal.
Para completar tus magníficas jornadas de esquí, te recomendamos combinarlas con otras experiencias imprescindibles del Pirineo de Girona, un lugar salpicado de pueblecitos encantadores, joyas culturales como monasterios y ermitas románicas y una deliciosa gastronomía local. No te vayas sin probar nuestra cocina de montaña, con platos tradicionales como el trinxat de la Cerdanya o alguno de los guisos de ternera o conejo con setas, ideales para los días de frío.
Rozando la Costa Brava, el Pirineo de Girona, el más mediterráneo, llegado el invierno se convierte en un Pirineo nevado que enamora a los amantes del esquí de alta montaña.
Cuando la nieve pinta de blanco nuestras tierras, las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès abren el telón de una nueva temporada de esquí alpino, esquí nórdico o de montaña, raquetas de nieve y alpinismo, con cinco estaciones de esquí que son nuestros santuarios particulares del deporte invernal.
Para completar tus magníficas jornadas de esquí, te recomendamos combinarlas con otras experiencias imprescindibles del Pirineo de Girona, un lugar salpicado de pueblecitos encantadores, joyas culturales como monasterios y ermitas románicas y una deliciosa gastronomía local. No te vayas sin probar nuestra cocina de montaña, con platos tradicionales como el trinxat de la Cerdanya o alguno de los guisos de ternera o conejo con setas, ideales para los días de frío.
Hay experiencias únicas más que recomendables, como esquiar de noche, bajo las estrellas, en la estación de Masella. O subir a Vall de Núria con el emblemático tren cremallera, que salva 1000 metros de desnivel para llevarte hasta uno de los rincones más mágicos del Pirineo catalán.
Si quieres unas vistas de 360°, la telecabina Cadí-Moixeró te lleva en un pequeño viaje panorámico hasta la cima de La Tosa d’Alp, a 2537 metros, uno de los mejores miradores de la Costa Brava y del Pirineo de Girona, donde, además, puedes disfrutar de una buena comida y alojarte en el refugio guardado más alto de los Pirineos.
Los más pequeños también se llevarán recuerdos magníficos de las tirolinas sobre la nieve del parque de aventuras de La Molina, o de las bajadas en trineo en el parque lúdico de Vallter 2000.
