Por sus dimensiones, parece más una playa que una cala. Cuenta con 237 metros de longitud y 43 metros de ancho. De arena gruesa, tiene una pendiente de entrada al agua bastante acentuada. Con un grado de urbanización del entorno medio, la cala Rovira cuenta en sus alrededores con un atractivo histórico, la villa romana de Pla de Palol, cuyos restos han sido recuperados y abiertos al público para visitas gratuitas. Una buena opción para llegar a la playa es a través de la avenida Cavall Bernat y la calle Empúries, donde se encuentra a villa romana. Se puede aparcar el coche cerca de la playa, aprovechando las calles del entorno. Visualmente destacan también las zonas rocosas que delimitan la playa. Encima de una de ellas se encuentra un hotel. La playa ha sido reconocida con bandera azul.