¿Qué es lo que tienen la Costa Brava y el Pirineo de Girona que seduce tanto a los amantes del ciclismo de carretera? Podría ser la posibilidad de disfrutar de paisajes únicos en movimiento, por carreteras que conectan el Mediterráneo con la alta montaña y permiten descubrir ocho parques naturales. O tal vez es la suma de carreteras secundarias y encantadores pueblos medievales, ideales para trazar itinerarios llenos de historia y cultura.
Muchos ciclistas eligen este lugar atraídos por su versatilidad, con puertos de montaña tan exigentes como el mítico Vallter 2000, a 2150 metros, y también muchos kilómetros llanos fantásticos para rodar y carreteras costeras con vistas de vértigo que recorren la Costa Brava desde Lloret de Mar y Tossa de Mar hasta Sant Feliu de Guíxols.
Además, no cabe duda de que el clima tiene mucho que ver. El sol luce buena parte del año y las temperaturas son suaves. Puedes plantearte una salida desde el Pirineo gerundense y acabar con un baño espectacular en una pequeña cala de la Costa Brava.
¿Qué es lo que tienen la Costa Brava y el Pirineo de Girona que seduce tanto a los amantes del ciclismo de carretera? Podría ser la posibilidad de disfrutar de paisajes únicos en movimiento, por carreteras que conectan el Mediterráneo con la alta montaña y permiten descubrir ocho parques naturales. O tal vez es la suma de carreteras secundarias y encantadores pueblos medievales, ideales para trazar itinerarios llenos de historia y cultura.
Muchos ciclistas eligen este lugar atraídos por su versatilidad, con puertos de montaña tan exigentes como el mítico Vallter 2000, a 2150 metros, y también muchos kilómetros llanos fantásticos para rodar y carreteras costeras con vistas de vértigo que recorren la Costa Brava desde Lloret de Mar y Tossa de Mar hasta Sant Feliu de Guíxols.
Además, no cabe duda de que el clima tiene mucho que ver. El sol luce buena parte del año y las temperaturas son suaves. Puedes plantearte una salida desde el Pirineo gerundense y acabar con un baño espectacular en una pequeña cala de la Costa Brava.
Por tantas y tantas razones, desde hace muchos años, las comarcas gerundenses son un destino deportivo de primer nivel. Muchos equipos de ciclismo profesional de todo el mundo han escogido la Costa Brava y el Pirineo de Girona como sede de sus entrenamientos. Además, se ha creado una red de empresas y establecimientos vinculados al ciclismo que ofrecen servicios altamente especializados para planificar estancias, rutas y experiencias 100 % ciclistas.