Sumérgete en los secretos del mar.
¿Qué sabes del mundo de la pesca? ¿Sabes cómo pescaban nuestros antepasados? ¿Cómo es una jornada de trabajo de un equipo de pescadores? ¿Cuántas especies de peces aptas para el consumo hay más allá de las más habituales? ¿Podemos encontrarlas en las pescaderías de confianza? Todas estas preguntas y muchas más tienen respuesta gracias a las diversas iniciativas de turismo pesquero promovidas por varios municipios del litoral gerundense. De Rosas a Blanes, pasando por L’Escala, Llançà y Palamós, todas ellas tienen por objetivo dinamizar la economía local a través de proyectos relacionados con la pesca.
Precisamente en Palamós tenemos hoy una visita. El reflejo del agua del mar hace que cierres los ojos cuando entras en el Espai del Peix, que es adonde hemos venido para asistir a una demostración de cocina marinera con degustación incluida, con el pulpo blanco y las potas como protagonistas. En este espacio solo se cocinan recetas elaboradas con pescado de proximidad y siguiendo el legado de los pescadores de la Costa Brava. Si se está de suerte, puede incluso ser un pescador quien la prepare. Los fogones se ponen en marcha y desde las mesas ilustradas con dibujos de los peces de nuestras costas, los asistentes seguimos atentos a los monitores donde se reproducen todos los movimientos del cocinero. Desde el primer al último detalle, todo está pensado para promover y revalorizar el pescado que tenemos en nuestras aguas, especialmente aquellas especies que llegan al mercado pero que los consumidores no pedimos por desconocimiento.
Aún con el aroma del pulpo con cebolla y patata y el arroz a la cazuela con potas que hemos visto cocinar, nos animamos a visitar la subasta del pescado. Está justo debajo, en el mismo puerto de Palamós. Esta actividad ya se ha extendido a otras lonjas catalanas y permite descubrir el circuito que sigue el pescado desde que los pescadores lo descargan en el muelle hasta que se distribuye a pescaderías y restaurantes. Sorprende el silencio que reina en esta sala donde pescaderos y restauradores se sientan y ven desfilar cajas rebosantes de ejemplares de todo tipo y tamaño. Miran, eligen, compran y se van. La audioguía nos ayuda a entender el proceso.
Tanto los talleres de cocina y las demostraciones como las visitas a las subastas y los mercados de pescado son experiencias pensadas para dar a conocer la cultura de la pesca, su autenticidad y su importancia para el territorio, sobre todo para aquellos municipios con una fuerte tradición pesquera. También lo son las jornadas que podemos disfrutar a bordo de una barca pesquera o los desayunos de taberna en compañía de los propios pescadores.
Sea cual sea la actividad elegida, volveremos con una visión cambiada del mundo de la pesca y nos acercaremos a la pescadería con ganas de preguntar por ese pez, por aquel crustáceo, con ganas de pedir caballa, pota o bacaladilla y de saber cómo podemos cocinar las brótolas a la marinera.
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