Escápate a la tierra de los volcanes dormidos y de los paisajes que se mantienen intactos.
Con el Puigsacalm como telón de fondo, Sant Esteve d’en Bas presume de una iglesia majestuosa y de uno de los templos parroquiales de estilo románico más importantes de la comarca.
Desde su pequeño obrador, en el corazón de La Vall d’en Bas, La Xiquella elabora sus quesos de forma artesanal y los ofrece al público a través de una visita guiada a su quesería y de una degustación y maridaje rodeados de este maravilloso paraje de la Garrotxa. En La Xiquella, quesería y, al mismo tiempo, granja, también podrás disfrutar de una relajante estancia en un magnífico entorno rural.
Ponte las botas y descubre cómo es la vida en una casa de payés tradicional. En el Mas la Coromina, en el corazón de La Vall d’en Bas, podrás visitar la granja ganadera, participar en algunas de sus tareas y degustar la leche y los productos derivados y que se elaboran artesanalmente desde hace más de cincuenta años.
Santa Pau es amor a primera vista. Pasea por esta población medieval amurallada, en pleno corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa: recorre su Plaça Major, porticada con arcos desiguales, y los diferentes callejones estrechos que conducen hacia la iglesia de Santa Maria. Y, sobre todo, no te vayas sin probar antes la auténtica judía de Santa Pau, tan relevante en la gastronomía volcánica.
Sobrevuela el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, de un valor incalculable, a bordo del globo aerostático de Vol de Coloms. Flota en el aire, en calma y en silencio, y disfruta de una de las áreas de volcanes dormidos más importantes de Europa a vista de pájaro. Después del vuelo podrás degustar un buen desayuno de payés, donde no faltarán las judías de Santa Pau, el pan con tomate y embutido, los postres de la Cooperativa La Fageda y la magnífica ratafía de Olot.
Para los amantes de las nuevas experiencias, ¡este punto de la ruta es un must!
Referente en valores sociales y en éxito empresarial, la Cooperativa La Fageda te ofrece una visita guiada por la emblemática reserva natural de la Fageda d’en Jordà, donde descubrirás la geología, la fauna y la flora del entorno, y donde disfrutarás de un pequeño pícnic en grupo. Después, su finca, la masía Els Casals, te abre las puertas para que puedas conocer el obrador de mermeladas y la fábrica de yogures, helados y postres. Si aún no lo has hecho, ven a conocer este proyecto social, todo un icono de la comarca.
Olot es conocida como la capital de los volcanes. La ciudad está rodeada de cuatro volcanes —el Montsacopa, el Montolivet, el Garrinada y el Bisaroques— y de un rico patrimonio natural integrado, entre otros elementos, por los humedales de la Moixina y el volcán Croscat. La localidad ofrece delicias paisajísticas, pero también gastronómicas: la ratafía, las patatas de Olot, el roscón de anís o la torta de chicharrones. ¡Visita el mercado de Olot y pruébalas!
Símbolo de la Cataluña medieval, Besalú es uno de los conjuntos históricos mejor conservados. Esta población judía destaca por su emblemático puente medieval y por la belleza y el romanticismo que desprende, lo que la ha llevado a ser escenario de muchas películas, series o anuncios de televisión.
Pasea por sus callejones y acércate al micvé, el baño utilizado en los rituales del judaísmo y situado bajo los restos de una antigua sinagoga.
Mas Vida es la bodega de la Garrotxa ampurdanesa. Regentada por mujeres, esta pequeña bodega situada en Cistella, en una antigua rectoría que vuelve a tener vida, te ofrece visitas guiadas, comidas entre viñas, talleres y cenas con maridaje. Un pequeño paraíso en un entorno con una larga historia vinícola.
Dónde comer: La Quinta Justa, L’Arcada de Fares, La Brasera, Hostal dels Ossos, Restaurant L’Hostalet, Les Cols (2 estrellas Michelin), Ca l’Enric (1 estrella Michelin)
Dónde dormir: Mas la Ferreria, La Xiquella, Hotel Restaurant Cal Sastre