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Periodista cultural
Hacer una visita al Ripollès siempre, siempre, es una muy buena idea. Ripoll, Camprodón, Ribes de Freser, Setcases o el santuario de Núria son los núcleos -los cuatro primeros- más importantes de la comarca y que requieren una visita más a fondo. Núria es, posiblemente, el paraje más visitado. En este post os proponemos actividades que complementan la visita.
Ya sabéis que, cuando hacemos la selección de propuestas pensando en vosotros, siempre procuramos que haya actividades familiares, aunque la gran mayoría también se pueden hacer de manera individual o en pareja, da lo mismo. Son actividades muy diversas, como un taller de monje copista, recorrer los caminos del exilio, gincanas museísticas o catas, que se alejan un poco de las actividades más conocidas o convencionales.
Una imagen de los martinetes de la Fragua Palau de Ripoll. Foto: Visit Ripollès.
En Ripoll, dependiente del magnífico Museo Etnográfico que merece una visita sí o sí, puede programarse dos visitas muy interesantes, a la Fragua Palau y al Scriptorium, dependiendo del monasterio. La Fragua Palau es una fragua de cobre, que cerró sus puertas de manera definitiva en 1978, siendo la última fragua que se mantuvo en funcionamiento en Cataluña. Se encuentra dentro de un edificio de viviendas del cual, la planta baja la ocupa la fragua, con las trompas de agua, los martinetes, la carbonera, el horno y la hornal. Separado del obrador se encuentra la rueda hidráulica, la acequia y la balsa que servía para almacenar el agua del río Freser, mover la rueda y generar el viento que, impulsado de manera continua, da nombre al método de la fragua catalana. La característica más singular de la Fragua Palau son los dos martinetes instalados, con almohadillas metálicas, mango de olmo y mazo de acero.
El Monasterio de Santa María de Ripoll, fundado por Guifré el Pelós, es el monumento más identificativo de la villa y uno de los más importantes del país, sobre todo si hablamos de su portalada. Durante los siglos X-XII el escritorio monacal de Ripoll fue el escritorio más destacado de los establecidos en los condados catalanes y, al mismo tiempo, uno de los líderes en Europa. Actualmente, el Scriptorium es una exposición permanente que, de forma interactiva y didáctica, ofrece la posibilidad de conocer el pasado cultural de la población y la importancia del monasterio en la producción y copia de manuscritos en época medieval. La experiencia es sorprendente y el visitante aprende cómo se fabrica un pergamino, cómo se consigue escribir con una pluma de ganso, cómo se religa un códice medieval e incluso puede hacer él mismo de monje copista, poniendo en práctica lo que ha aprendido en la exposición sobre el largo y minucioso proceso de fabricación de los códices. ¡Os convertiréis en amanuenses de Ripoll!
Una participante en la actividad Caminos del exilio. Foto: Hiking & History.
El exilio republicano es un hecho histórico que ha marcado para siempre la comarca del Ripollès, por eso se organizan un buen número de actividades relacionadas, algunas más exigentes y otras no tanto.Caminos del exilio es una ruta circular auto-guiada que requiere un buen estado físico y cierta experiencia en montaña. La ruta, transfronteriza y de media montaña, dispone de 58 kilómetros de distancia y sigue los pasos de los exiliados republicanos al término de la guerra civil española (1939) huyendo de las tropas franquistas hacia Francia y del éxodo judío durante la segunda guerra mundial huyendo del nazismo hacia España (1940-1944).
Huídos, también relacionada con el exilio, es una actividad experiencial que combina el senderismo nocturno, historia, proyecciones multimedia en la naturaleza y dramatización y que los organizadores describen así: “Es de noche y hace frío, estamos escondidos al pie de la montaña esperando que nos venga a recoger un pasador clandestino. Caminaremos de noche en silencio, con miedo y esperanza. Atravesaremos la frontera evitando controles camino a la libertad.” Haréis la actividad con guías oficiales de montaña y en el pack se incluye alojamiento con desayuno, resopón, préstamo de bastones técnicos y linterna frontal, kit energético, seguro y transporte de regreso al punto de inicio. También se pide un buen estado físico y experiencia en montaña.
Una imagen del interior del Museo Isaac Albèniz de Camprodón. Foto: Raimon Casals. Archivo Imágenes PTCBG
El Museo Etnográfico de Ripoll tiene una programación de actividades admirable que vale la pena que estudiéis a fondo, porque encontraréis un montón de talleres interesantes. Es un ejemplo de cómo dinamizar el fondo de un equipamiento museístico, yendo mucho más allá de la exhibición de este fondo, interpretándolo y promoviendo su conocimiento. La actividad que proponemos es la gincana Buscame en el museo, apta para toda la familia y consistente en localizar una serie de imágenes en las vitrinas y encontrar la respuesta a diferentes enigmas. La gincana va incluida con la entrada del museo y es una forma estupenda de conocer el equipamiento.
También os animamos a visitar el Museo Isaac Albéniz de Camprodon, un equipamiento dedicado al célebre compositor local, donde encontraréis mucha documentación sobre la obra musical de Albéniz, así como partituras manuscritas originales y en facsímil, correspondencia personal con otros músicos – mantenía relación epistolar con Pau Casals, Alfred Cortot, Paul Debussy, Gabriel Fauré, Enrique Granados o Cesar Frank-, libros de su biblioteca familiar, objetos personales, cuadros, retratos y fotografías, pertenecientes a distintas épocas de su vida. En el museo también encontraréis el piano vertical de Clementina, hermana mayor del compositor, con el que de niño Isaac tocó sus primeras notas y el magnífico piano de cola Bechstein que Money-Coutts, mecenas inglés y libretista de las óperas de Albéniz , regaló a Enriqueta, hija del compositor, cuando ésta se casó.
Las cabras de Can Pastoret, con un par de visitantes. Foto: Web Can Pastoret.
La última propuesta del post es para los amantes del buen beber y la buena comida. Si os gustan el queso y la cerveza no podéis perderos las Catas de queso del Ripollès. Son catas guiadas de queso y producto del Ripollès y de proximidad. Cada queso que se prueba tiene una historia que los organizadores, la asociación Som Formatgers, cuentan mientras se prueba un bocado de producto local. La cata, que se realiza en el Restaurant Dachs, una masía del Ripollès reformada, permite descubrir 7 queserías catalanas a través de su producto. La experiencia puede comprarse con fecha abierta a escoger entre todas las sesiones programadas e incluye una cata de una hora aproximada de duración con bebida y acompañamiento. Se trata de una experiencia gastronómica ideal para parejas, familias o grupos de amigos.
Otra visita relacionada con la gastronomía y que también va más allá de la cata estrictamente hablando, es la Visita guiada y comida en torno a la explotación ganadera, que consiste en una visita guiada al entorno de la masía Can Pastoret, sus instalaciones, ganado y campos de cultivo y prados, que conforman un marco paisajístico muy característico. Los inscritos conocerán las prácticas tradicionales de la ganadería de montaña, qué tipo de ganado es el que pasta y sus características, así como los productos que ofrece Can Pastoret (Molló). La visita, que requiere llevar ropa y calzado cómodo para andar, termina con una cata guiada de productos propios y locales. Can Pastoret se dedica a la cría ecológica de vacas, yeguas y cabras y a la producción de patatas del valle de Camprodon y forrajes.