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Periodista y locutora. Especializada en accesibilidad audiovisual y cultural.
Remojarse en las aguas de la Costa Brava es el mejor remedio para el calor. Descansar en la arena o meter los pies en el agua, descubrir el fondo marino buceando o recorrer el litoral navegando en una embarcación de vela o en una tabla de surf. Múltiples posibilidades adaptadas a todas las capacidades.
La práctica del SUP, más conocido como Paddle Surf, ha ganado popularidad en los últimos años. Se trata de desplazarse por el agua sobre una tabla de surf remando con una pala. Es una manera excelente de relajarse, practicar deporte y pasarlo bien. Y está al alcance de personas con cualquier edad y condición física.
Cerca de unas rocas, en un mar tranquilo, una chica practica SUP adaptado. Rema sonriente sentada en una tabla de surf adaptada. Imagen de Paddle Surf La Fosca.
En Palamós está el Paddle Surf La Fosca, uno de los pocos centros de España donde se puede practicar SUP adaptado. Cuentan con instalaciones y material adaptado para personas usuarias de silla de ruedas. Además, la modalidad adaptada del SUP tiene un componente terapéutico importante, tanto a nivel de rehabilitación física como a nivel psicológico y social. ¿Os animáis?
Los clubes náuticos de Roses, Palamós, L’Escala y Blanes participan en un programa de vela inclusiva en familia. Esta iniciativa, impulsada por la Secretaría General del Deporte, la Federación Catalana de Vela y los clubes de vela adheridos al programa, genera un espacio de ocio alrededor del deporte de vela.
En el mar de la Costa Brava, un hombre navega en una embarcación de vela adaptada. Imagen de Diego Espada.
Esta actividad, que se organiza en cuatro sesiones y prevé varios cursos hasta septiembre, se dirige a niños y jóvenes de 4 a 18 años con diversidad funcional acompañados de un miembro de la familia. La experiencia se convierte en una oportunidad para ganar autonomía y reforzar vínculos con la familia. De paso, podéis aprovechar para descubrir los servicios adaptados que ofrecen todos estos centros.
En Lloret de Mar, la Asociación Catalana de Buceo Emocional y Adaptado ACBEA lleva a cabo cursos de buceo adaptado para personas con discapacidad. Adaptan la actividad según las necesidades y las capacidades de cada persona. Y se centran en la gestión de las emociones que generan las actividades subacuáticas para que el buceador disfrute al máximo de la experiencia.
Una imagen subacuática de la actividad de buceo emocional bajo el agua. Un instructor asiste a la chica que realiza la actividad. Imagen de Diego Espada.
ACBEA también forma buceadores profesionales. Enseña técnicas para aprender a acompañar a personas con discapacidad durante el buceo y las claves del buceo emocional: una forma de enfocar el submarinismo orientado a las sensaciones que ayuda a vencer barreras que parecen insuperables y que, por extensión, mejora el proceso de rehabilitación y recuperación.