Periodista, comunicadora, caminante curiosa, enamorada de las personas y de mi pequeño país
La excelencia gastronómica se premia con estrellas y las comarcas de Girona pueden presumir de una buena representación de restaurantes con 1, 2 y 3 estrellas Michelin.
La gastronomía gerundense no ha surgido por azar, y tampoco ha nacido a partir del éxito, el ingenio y el espíritu innovador de los chefs del panorama actual. Más bien es la heredera de una larga historia que empezó con íberos, fenicios, griegos, romanos, árabes y judíos, y que ha ido evolucionando hasta incorporar las influencias más globales y modernas.
Hoy en día, la provincia de Girona es uno de los principales destinos gastronómicos y enoturísticos del mundo. La Costa Brava, en particular, se sitúa a la vanguardia internacional de la innovación culinaria como el foco de creatividad más importante. Su recetario es el resultado de un paisaje extenso, rico y variado. No se entiende sin el pescado de la costa, sin la ganadería de los llanos y la montaña, sin la cocina de caza, sin cereales como el arroz, sin las frutas, verduras y hortalizas que los payeses cultivan en todas sus latitudes. Con trabajo, constancia y honestidad, los profesionales de la gastronomía han logrado que 13 establecimientos del Alt Empordà, el Baix Empordà, la Garrotxa, el Gironès, el Ripollès y la Selva dibujen una espectacular constelación de estrellas Michelin.
El Celler de Can Roca, con los hermanos Roca al frente y sus padres siempre a la vuelta de la esquina, goza de 3 estrellas Michelin, y eso quiere decir que merece la pena organizar un viaje a la ciudad de Girona para sentarse a su mesa. En varias ocasiones ha encabezado la lista de The World’s 50 Best Restaurants, pero últimamente ha pasado a integrar una nueva categoría: The Best of the Bests. En la misma capital del Gironès encontramos el Massana Restaurant, con 1 estrella Michelin, la misma distinción que recibe el restaurante Els Tinars de Llagostera, que los convierte en establecimientos dignos de su categoría.
En el Alt Empordà hay tres restaurantes que destacan por encima del resto. Uno de ellos está en Llançà y es el restaurante Miramar, de Paco Pérez, que cuenta con 2 estrellas que garantizan una calidad de primera clase en su propuesta gastronómica. La cocina del excelente restaurante Castell de Peralada, en el pueblecito de Peralada, y la del Empòrium, en el Hotel Gastronómico Empòrium de Castelló d’Empúries, también hacen justicia a la estrella Michelin que les ha sido otorgada.
En este repaso a los restaurantes gerundenses con estrella también tiene cabida el Baix Empordà, pues hace varios años que el restaurante Bo.Tic, ubicado en una antigua harinera en el pueblo de Corçà, merece una reserva. Actualmente, brilla con 2 estrellas Michelin.
También tiene 2 estrellas el restaurante que dirige desde hace 30 años la chef Fina Puigdevall en Olot, en la comarca de la Garrotxa: el excepcional Les Cols. Esta misma tierra volcánica ha visto cómo un viejo hostal familiar inaugurado en 1886 se ha convertido en un templo de la haute cuisine hasta merecer 1 estrella Michelin: Ca l’Enric, en La Vall de Bianya.
Gracias a los túneles de Capsacosta, saltamos de la Garrotxa a la vecina comarca del Ripollès. Aquí, en un pueblo con mil años de historia como es Gombrèn, los paladares más finos encontrarán la propuesta gastronómica de La Fonda Xesc, digna de 1 estrella Michelin.
Queda una comarca por citar, la Selva, con alma de mar y montaña y con dos establecimientos que han recibido 1 estrella cada uno: L’Aliança 1919, de Anglès; Les Magnòlies, de Arbúcies.
A todos ellos: brindamos por muchos años más y por muchas estrellas más.