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Periodista y creador de contenidos. Especializado en turismo y deportes.
Llegan esos días de verano en los que la vida toma otro ritmo, con sabor a dulce final que alargamos tanto como podemos.
Unos días de luz de todos los colores, de madrugadas anaranjadas y atardeceres pálidos que se funden en el horizonte. Y es ahora cuando la Costa Brava se convierte en un escenario majestuoso, cuando nos ponemos dentro de un kayak dispuestos a adentrarnos delicadamente hasta las calas y cuevas más escondidas, sin dejar huella.
Esta pequeña embarcación es el medio de transporte idóneo para conocer la Costa Brava, los ríos y desembocaduras, estanques e incluso embalses, y permite llegar hasta acantilados, cuevas marítimas, pequeñas calas inaccesibles desde tierra y lugares escondidos de una belleza extraordinaria que no podíais ni imaginar que existían.
El kayak es una actividad que se adapta a todo tipo de practicantes. Los que todavía no os habéis iniciado tenéis una oportunidad extraordinaria para descubrirlo, porque no es complicado y con unas primeras sesiones dirigidas ya tendréis la técnica necesaria para disfrutarlo desde el primer momento. Y quienes tengáis ganas de más acción, con el kayak podéis vivir trepidantes salidas por la Costa Brava, con las empresas que os ofrecen servicios de guiaje, salidas en grupo y alquiler de embarcaciones.
Y la suerte de tener tan cerca la Costa Brava es que aparte de un mar de película también tenéis al alcance la opción de disfrutar del kayak en aguas tranquilas, con salidas por el río Ter o en el mismo lago de Banyoles.
Otra de las ventajas del kayak es que, aparte de una experiencia singular, también representa la puerta de acceso a un abanico de propuestas de turismo activo para realizar en familia o con grupos de amigos, como una cata de vinos en una cala, degustación de productos de proximidad al llegar a la playa, el descubrimiento de la fauna y flora del paisaje mediterráneo…
El kayak os permitirá acercaros hasta conocer todos los detalles de la orografía de la Costa Brava.
Es un medio de transporte siempre respetuoso con el medio ambiente, y os hará vivir con intensidad la indescriptible sensación de deslizarse sobre el agua, del silencio y las inéditas perspectivas que os ofrece el paisaje si se lo miráis desde un kayak.
Fotos: Diego Espada, Dani Salvà, Archivo de imágenes PTCBG
