Santa Cristina dAro. Anna Pla Narbona. Arxiu Imatges PTCBG scaled Santa Cristina dAro. Anna Pla Narbona. Arxiu Imatges PTCBG scaled
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La Costa Brava desde el mar

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La Costa Brava desde el mar

Los puertos deportivos y turísticos de la Costa Brava son el punto de partida ideal para descubrir acantilados, cuevas, calas escondidas y una biodiversidad única que, combinada con la riqueza cultural, gastronómica y vinícola de la zona, permiten vivir el doble la experiencia de navegar.

La Costa Brava, con su litoral de 220 kilómetros -desde el cabo Falcó, en Portbou hasta la roca de Sa Palomera, en Blanes– ofrece un panorama variado y majestuoso con un paisaje dibujado por la tramontana y el garbí, vientos característicos de la zona, que no solo favorecen la navegación a vela y la práctica de actividades y deportes acuáticos, sino que también propician un carácter y un sabor muy singular a los vinos de la DO Empordà, reconocidos internacionalmente. Para disfrutar de la plenitud del viento, de las olas o de la fauna y la flora de sus espectaculares y profundos fondos marinos, los 18 puertos deportivos de la Costa Brava son el mejor punto de partida.

El Port de la Selva. Santi Bosch. Arxiu Imatges PTCBG scaled

El Port de la Selva. Santi Bosch. Arxiu Imatges PTCBG

El norte salvaje

El puerto de Portbou, ubicado justo en la frontera con Francia, tiene un calado máximo de ocho metros y permite embarcaciones de hasta veinte metros de eslora. El puerto, protegido de la tramontana, respira un ambiente familiar y tranquilo y está cerca de todos los servicios necesarios. De manera similar, el club náutico Sant Miquel de Colera, con capacidad para embarcaciones más pequeñas (hasta quince metros) se encuentra cerca del centro de la población para un fácil aprovisionamiento.

Por otro lado, el histórico puerto deportivo de Llançà, gestionado por el Club Nàutic Llançà, dispone de instalaciones modernas y de una gran oferta de actividades náuticas. Integrado en el núcleo del municipio, su buena conexión ferroviaria con Figueres y el triángulo daliniano, lo convierte en un importante punto de interés cultural. Del mismo modo, el Club Nàutic Port de la Selva, situado en este pintoresco pueblo de tradición marinera, disfruta de excelentes instalaciones y ofrece una amplia gama de actividades acuáticas, culturales y gastronómicas de gran atractivo turístico.

Club Nautic lEscala. Manel Arpa Aerial Films. Arxiu dImatges PTCBG scaled

Club Nàutic l'Escala. Manel Arpa, Aerial Films. Arxiu d'Imatges PTCBG

El Port de Roses, uno de los principales puertos de pesca de Cataluña y con una marina deportiva moderna para embarcaciones de hasta 45 metros de eslora y seis de calado, proporciona refugio del viento y un rico catálogo de servicios náuticos y de ocio, con calas y playas como Montjoi o Jòncols que permiten amarrar de forma segura y cómoda en sus campos de boyas. Cerca, la Marina Empuriabrava, dentro de la bahía de Roses y con 23 km de canales navegables, es un centro turístico destacado, perfecto para la exploración de las calas vecinas de Cadaqués o, más hacia el sur, la reserva marina de las Islas Medes, referente mundial de submarinismo.

Finalmente, el Club Náutico Sant Pere Pescador, situado en el entorno del Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà, punto de partida ideal para salidas en kayak por el río; y el Club Nàutic l’Escala, con un acceso privilegiado al Parque Natural del Montgrí y a las ruinas de Empúries. Los dos puertos, con una amplia oferta de actividades náuticas, representan no solo puntos de refugio del viento, sino también puertas abiertas hacia la rica historia, cultura y biodiversidad de la Costa Brava.

Aiguablava. Arxiu Imatges PTCBG scaled

Aiguablava. Arxiu Imatges PTCBG

Las pequeñas calas del centro

Navegando hacia el sur, el Club Náutico Estartit situado justo enfrente de las majestuosas Islas Medes, ofrece 650 amarraderos y una gran variedad de actividades náuticas: vela, snorkel, motonáutica, kayak, buceo, pádel-surf, etc. Este puerto es un refugio ideal para la navegación durante todo el año gracias a sus renovadas instalaciones y servicios de calidad. Un paraíso submarino y una de las mejores reservas naturales del Mediterráneo.

Desde L’Estartit resulta muy fácil llegar a pueblos de pescadores con gran encanto, como lo son Begur, Llafranc o Tamariu, por mencionar solo algunos. E incluso desplazarse a pueblos medievales más hacia el interior, pero muy próximos.

Por otro lado, el Club Nàutic Aiguablava y el Club Nàutic Llafranc son puertos más pequeños y pintorescos, destinados a embarcaciones de menor calado. Aiguablava, con una profundidad máxima de 1,5 metros, y con accesos vigilados por afloramientos rocosos, ofrece un entorno ideal para actividades subacuáticas y vela ligera. El Club Náutico Llafranc, ubicado bajo el faro del cabo de San Sebastià, disfruta de protección contra la tramontana y proporciona un ambiente tranquilo dentro de una cala familiar, ideal para la vela ligera y el buceo.

Palamos. Manel Arpa Aerial Films. Arxiu Imatges PTCBG scaled

Palamós. Manel Arpa, Aerial Films. Arxiu Imatges PTCBG

Merece mucho la pena el recorrido de Llafranc hacia Palamós, donde encontraremos los próximos puertos y un archipiélago formado por cuatro islas y doce escollos que, por su silueta, dan nombre a las islas Formigues. Se encuentran administrativamente a caballo entre Calella de Palafrugell y Palamós y se caracterizan por el conjunto de cuevas submarinas de su fondo y por la presencia de numerosa fauna marina.

Así, llegaremos a la Marina Palamós y al Club Nàutic Costa Brava – Vela Palamós, situados en este municipio marítimo de tradición pesquera. Estos puertos ofrecen una extensa carta de servicios para embarcaciones de todo tipo, con regatas y actividades durante todo el año. Y es que amarrar en Palamós es toda una experiencia. Más allá de los puertos y de las playas, aglutina una extensa riqueza cultural, con monumentos megalíticos y su yacimiento ibérico o la su antigua villa, además de la riqueza de su paisaje, que puedes observar mientras recorres caminos de ronda, o a través de las montañas de las Gavarres, con unas vistas espectaculares del mar desde la cima.

Sant Feliu de Guixols. David Aparicio. Arxiu Imatges PTCBG scaled

Sant Feliu de Guíxols. David Aparicio. Arxiu Imatges PTCBG

Un sur de contrastes

En el sur de la Costa Brava, desde Platja d’Aro hasta Blanes, entre extensas playas de arena y pequeñas calas escondidas y a menudo accesibles solo por mar, destaca el Club Nàutic Port d’Aro, que proporciona refugio del garbí (un tipo de viento) y ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo una zona técnica completa, escuela de vela, restauración y un espacio de ocio próximo.

Por otro lado, en Sant Feliu de Guíxols, junto a la zona pesquera y la lonja, el Nàutic Vell es un amable y protegido rincón en el extremo de la playa donde acuden las pequeñas embarcaciones de pesca. En esta misma población, el Club Nàutic Sant Feliu de Guíxols ofrece variedad de opciones de amarre, con instalaciones especiales para súper yates y un pantalán que puede acoger embarcaciones de hasta 80 metros de eslora. El club destaca por su personal y su situación excelentes, con fácil acceso a atracciones locales como el mercado de fruta y verdura, los museos y una amplia oferta gastronómica.

Blanes. Fundacio Carl Faust. Arxiu Imatges PTCBG scaled

Blanes. Fundació Carl Faust. Arxiu Imatges PTCBG

Por otro lado, el pequeño y acogedor Club Nàutic Cala Canyelles ofrece buena protección de los vientos de garbí y de tramontana. Con un calado máximo de tres metros y eslora máxima de ocho metros, está rodeado de vegetación y altos acantilados y se pueden realizar múltiples actividades acuáticas como el paddle SUP, kayaks con monitor o esquí acuático, entre otros.

Para terminar, el Club de Vela Blanes, punto de inicio y final de la Costa Brava, un club que quiere destacar por su respeto al medio ambiente, con más de 300 amarraderos y con un calado máximo de ocho metros en la bocana y de seis en el interior, que admite barcos de hasta 24 metros de eslora. Y que dispone de una oferta completa: desde un moderno Fitness & Spa hasta una amplia gama de actividades náutico-deportivas. Aprovechad para visitar el Jardín Botánico Marimurtra, un balcón al mar repleto naturaleza y belleza.

En este sentido hay que recordar que una buena conducta en el mar, con un fondeo responsable, el respeto al resto de embarcaciones y a los bañistas, así como una correcta gestión de los residuos y el uso consciente de los recursos, nos permitirán preservar la Costa Brava y su belleza natural.

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